Olivia Newton-John, la cantante australiana cuya voz y belleza la convirtieron en una de las estrellas pop más grandes de los años 70 y que cautivó a generaciones de espectadores en la exitosa película “Grease”, murió el lunes, según un comunicado de su esposo. Tenía 73 años.

 

“Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama. Su inspiración curativa y su experiencia pionera con la medicina vegetal continúan con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer. En lugar de flores, la familia pide que se hagan donaciones en su memoria a @onjfoundation”, escribió su esposo, John Easterling, en el comunicado en la cuenta verificada de Instagram de la cantante.

La cantante reveló en septiembre de 2018 que se estaba tratando un cáncer en la base de la columna. Fue su tercer diagnóstico de cáncer, luego de episodios de cáncer de mama a principios de los 90 y en 2017.

 

Gracias a una serie de éxitos de country y rock suave, Newton-John ya era un cantante popular a fines de la década de 1970. Pero su papel coprotagonista junto a John Travolta en “Grease” de 1978, posiblemente la película musical más popular de todos los tiempos, la elevó a un nuevo nivel de estrellato.

Olivia Newton-John y John Travolta en 1978 en ‘Grease’.

Aunque tenía poca experiencia en la actuación (y cumplió 29 años durante el rodaje), Newton-John dio una interpretación indeleble como Sandy, una estudiante  australiana transferida de carácter dulce que tiene un romance con Danny, el chico alfa de Travolta, en una escuela secundaria del sur de California en la década de 1950.

Newton-John cantó en tres de los mayores éxitos de la película: los duetos “You’re The One That I Want” y “Summer Nights” con Travolta, y su deslumbrante balada en solitario, “Hopeless Devoted To You”.

 

Newton-John grabó su primer sencillo en Inglaterra en 1966 y obtuvo algunos éxitos internacionales, pero permaneció en gran parte desconocida para el público estadounidense hasta 1973, cuando “Let Be There” se convirtió en un éxito entre los 10 primeros tanto en las listas de música country como en las de adultos contemporáneos.