Millones de espectadores sintonizaron el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl este domingo, que por primera vez en su historia fue encabezado por dos latinas: Shakira y Jennifer López.
El evento se celebró en el estadio Hard Rock de Miami (Florida), donde los Kansas City Chiefs vencieron a los San Francisco 49ers y se llevaron el título de las Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), de Estados Unidos después de 50 años.
En el intermedio del partido, en menos de 15 minutos, las artistas cantaron 20 canciones, bailaron ritmos que fueron desde salsa hasta danza del vientre, J.Lo hizo pole dance y Shakira tocó la batería.
López abrió su presentación parada sobre una réplica del Empire State Building de Nueva York mientras cantaba su éxito “Jenny from the block”
Vestida con un traje de cuero con tachuelas, la cantante mostró las habilidades de pole dance que aprendió mientras interpretaba al personaje de Ramona en la película Hustlers.
J Balvin de Colombia se le unió para interpretar “Qué Calor” y “Mi Gente”. Minutos más tarde, la hija de López, Emme Maribel Muñiz, de 11 años, cantó parte del éxito Let’s Get Loud, acompañada de un coro de niños.
En general, el espectáculo de medio tiempo fue concebido como “una fiesta 100% inclusiva, una fiesta que integra culturas y diversidad”, dijo Shakira en una conferencia de prensa previa al juego la semana pasada.
Ciertamente logró incorporar más de media docena de estilos musicales, desde salsa y reggaetón hasta hip-hop y bachata; aunque el ritmo vertiginoso hizo que muchos de los éxitos de las estrellas acabaran antes de que pudieras estornudar.
Las cantantes solo aparecieron juntas al final, una versión de celebración de Waka Waka de Shakira que, de forma algo confusa, fue el himno oficial de un evento deportivo completamente separado: la Copa FIFA del Mundo de 2010, celebrada en Sudáfrica.