Holanda es el primer país que logró no tener en sus calles ningún perro sin hogar.  El gobierno holandés creó una serie de políticas amigables con los animales con el fin de contrarrestar esta problemática. Fue un proceso de muchos años para lograr que ningún animal viviera en estado de abandono.

Con un programa de tan solo cinco puntos el país vanguardista logró ser el primero en acabar totalmente con la existencia de animales callejeros. Los cinco puntos son: Recoger, Esterilizar, Vacunar, Identificar y Regresar, REVIR (CNVR, en inglés).

En primer lugar, crearon jornadas exhaustivas de esterilización para acabar con una de las mayores causas que provoca la existencia de los animales callejeros, la sobrepoblación. Por esta razón, Holanda contrarresto este problema de raíz con los programas masivos de esterilización, los cuales eran asumidos por el gobierno holandés. Finalmente lograron que el 70% de la población canina estuviera esterilizada.

 

Los animales callejeros también afectan considerablemente la salud de las personas que habitan en el mismo lugar que ellos,  porque al no tener las vacunas respectivas, pueden desarrollar rabia o otro tipo de enfermedades que afectan considerablemente a los seres humanos.

Por eso, en segundo lugar, dentro de las campañas masivas de esterilización también existían los servicios de vacunación, con el fin de acabar con el problema de salud pública. Cuando los animales callejeros, principalmente los perros contaban con vacunas y esterilización, era mucho más sencillo que las personas en Holanda los adoptaran.

Dentro de las políticas que impuso el gobierno holandés para contrarrestar la cantidad de animales que vivían en la calle. Implementó una tasa de impuestos alta para las personas que desean tener un perro de raza. Lo que disminuyó  considerablemente la compra y venta de los perros pedigree y fomentó la adopción.

Los perros callejeros no solo sufren de hambre o sed. También de constante maltrato injustificado, por esta razón el país europeo creo duras penalizaciones para las personas que abandonan o maltratan a los animales. Quienes pueden recibir multas de hasta 16.000 euros e incluso pagar una pena de cárcel de tres años.

 

Esto permitió que el 1.5 millones de perros callejeros tuvieran un hogar, es decir, que el 90% de la población adoptó a un perro de la calle.

La disminución de perros callejeros se logró sin tener que sacrificar a un animal. Solo se permitía cuando el can sufría de una enfermedad mortal.  Sin embargo, se necesitaba la autorización de un juez para aplicarles la eutanasia.

También se crearon espacios para que los perros puedan acompañar a su dueño a centros comerciales, entrar al cine con ellos y de esta manera facilitándoles el trabajo de tener una mascota.

Gracias a estas políticas amigables y a la concientización para los habitantes del país bajo, Holanda logró que sus calles no se encuentre ningún animal callejero.